Humberto llegó a nuestra fundación como una sombra, un perrito enfermo y atemorizado por el mundo. Su pasado dejó una profunda huella en él, manifestándose en una personalidad cautelosa y a veces desafiante. Es cierto, Humberto puede ser altanero y vocal cuando se siente inseguro, y su desconfianza hacia otros perros lo hace preferir la soledad. Sin embargo, detrás de esas defensas se esconde un alma noble y cariñosa, especialmente con los humanos. Gracias a los cuidados y el cariño que ha recibido, Humberto ha recuperado su salud física, pero su rehabilitación emocional es un proceso que requiere paciencia y comprensión. Buscamos un hogar donde Humberto pueda continuar floreciendo y donde le brinden el tiempo y el espacio que necesita para abrir su corazón.
Si estás interesado en darle una segunda oportunidad a Humberto y convertirte en su héroe, por favor, contáctanos por teléfono correo electrónico.